viernes, 21 de septiembre de 2007

Capítulo 3: "El Curry: la amenaza"

Existió uno que otro suspiro por parte de los allí presentes. Todo quedó ahí. Nada más.

Las clases concluyeron, un alivio para "El Curry", porque siempre estaba protestando porque las clases era un aburrimiento para él.

Caminaban él y su amigo para el apartamento, mientras callaban, hasta que Afilongo fue quien interrumpió la urna de cristal que cubría aquel silencio inquieto:


- Atiende pa'cá mi hermano, porque a mí me parece que tú te crees que eres el más salvaje de aquí, el más bárbaro. ¿Qué coño fue lo que conversamos aquella vez tú y yo? ¿A qué llegamos ...?

- Sí, viejo, ¡ya!

-Sí viejo ni carajo, no me interrumpas y déjame terminar, tienes esa costumbre. ¿A qué llegamos aquel día? ¿Cuál fue el acuerdo? Porque que yo sepa, yo no tengo la memoria tan pésima como la tuya y sé cumplir con mis promesas, ¿eh? dime.

- Es verdad, mi hermano, perdóname, tienes toda la razón.


Aquel "perdóname" salido de los labios de "El Curry" conmocionó a Afilongo. Era la primera vez que él tenía ese tipo de exclamación hacia su persona, u otro ser humano. "¿Perdóname? ¿Él dijo 'perdóname' ?", se preguntaba.

Afilongo calló, quedó enmudecido, bajó la cabeza y frunció el ceño. Aún caminaban hacia el apartamento; pero todavía quedaba terreno por recorrer.

El Sol era sofocador, el ambiente carente de viento, sólo soplaba una simple y efímera brisa y a esa hora del día, luego de escuchar lo que le dijo "El Curry", era mucho más sofocador.


- "El Curry", tú.

- Dime, ¿qué te pasa? Te quedaste callado luego que te pedí perdón. Tú piensas que soy un tipo indeseable y ... - Diciendo esto, Afilongo interrumpe:


- No, chico, no empieces con eso.

- Sí, es verdad mi hermano, el problema es que siempre me formas una descarga de palabras diciéndome que soy indeseable, arrogante, regado y todo eso.


Afilongo logra levantar la cabeza, agarra a "El Curry" por su mano derecha y le hace detener la marcha a la vez que él y le dice:


- Puede que todo eso que te haya dicho sea verdad, en algunas ocasiones lo he dicho porque he estado molesto contigo, o porque sueltas tu forma "salvaje" de ser. Pero una cosa no puedo negar, ni permito que alguien lo niegue, es que : tú eres un excelente amigo, mi mejor amigo, mi hermano.

Ahora quien está completamente asombrado y casi con los ojos medio aguados de lágrimas es "El Curry". Ya se empezaba a descubrir la parte sentimental de él. Los ojos casi a salir la primera lágrima, casi al correr por su mejilla, hace un ademán y se suelta ligeramente de Afilongo y es ahora él quien le agarra el brazo y le dice en son de "como quien no quiere las cosas":

- Bueno, si tú lo dices. Mira quien viene por ahí


"El Curry" señala, con su dedo índice de la mano derecha, a una chica que venía en su encuentro.

Muchacha escandalosamente atractiva. Ojos azules, pelo negro, piel trigueña, achinada de ojos, vestida toda de color negro: botines, pantalón a la cadera con su botón desabotonado, blusa con su borde inferior por encima del ombligo (piercing transversal en él), el borde de su boca dibujada por lápiz labial negro y otro piercing en la esquina de afuera de su ceja derecha y un irresistible tatoo en la cadera(encima de sus gluteos). Venía Oyendo música con su Ipod y tarareando muy bajito lo que escuchaba.


"El Curry" la conoció ya acercándose, era nada más y nada menos que la chica que más locura sentía por ella. Él desde que la vio, al entrar a estudia, se enloqueció con ella.

Rápidamente "El Curry" al darse cuenta de la proximidad de aquella preciosidad, seca sus pequeñas lágrimas con el dorso de la mano izquierda. Ya ella está a 2 metros. Él se inclina ligeramente y suelta unas palabras dulces:


- La vida es dura para todos, menos para mí, porque con sólo verte, ya soy feliz.


Ella lo mira, le regala una sonrisa. "El Curry" también sonríe. Ella no lo escuchó porque estaba oyendo su música, sólo sonrió porque le cayó bien la mirada de "El Curry". Él no se dio cuenta de que no le escuchaba, estaba embobecido.



Fin del Capítulo 3 Continuará en el Capítulo 4.

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1 comentarios:

Anabel dijo...

hola!!!!!!!!
me alegra el comentarte!
que historia tan bonita, algo triste que la chica no oyese sus aplabras, pero eso es algo que sucede en la vida real.... pocas veces escuchamos nuestro alrededor.
me ha encatado la historia, ten por seguro que me segire pasando por aqui, para llegar al final de ella!
ciudate mucho!
besos!
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